El Cuestionario Anti-Frágil (AFQ) mide en solo 15 minutos el constructo psicológico de la antifragilidad, es decir, la capacidad de la persona para hacer frente a la imprevisibilidad y aprovechar los acontecimientos negativos aumentando la calidad de su rendimiento.
Las características de antifragilidad le permiten aprovechar las oportunidades que se ocultan en los contextos de VUCA para lograr mejores resultados.
El cuestionario, de hecho, mide los rasgos que permiten operar en entornos caracterizados por la alta velocidad, el cambio constante, la transformación continua y la complejidad.
El informe interpretativo, exhaustivo y de fácil lectura, permite reconocer las características de la antifragilidad en sus 4 dimensiones constitutivas y el potencial no expresado en el que se basa un plan de crecimiento.
La medición de este constructo psicológico puede ser útil tanto en contextos organizativos dentro de los procedimientos de evaluación y valoración del personal como en los entornos deportivos, escolares y clínicos.
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El cuestionario consta de 40 ítems y genera como resultado un índice general de antifragilidad (índice de antifragilidad) y un puntaje específico para 4 dimensiones que representan las características de antifragilidad medibles y entrenables:
Índice antifragilidad: representa un índice global de antifragilidad, cuya puntuación está compuesta por las cuatro dimensiones del AFQ (Adaptación proactiva, Evolución activa, Agilidad emocional y Destructividad consciente). A la persona antifrágil le gusta vivir en contextos volátiles y cambiantes, y enfrentarse a experiencias nuevas y desafiantes. Suele ser creativa e intuitiva, es consciente de suspropios recursos y sabe aprovechar oportunidades y ventajas personales a la hora de afrontar los imprevistos. También sabe gestionar ágilmente las emociones para mantenerse concentrada en sus
objetivos.