El HCS -Chequeo de Integridad- Evalúa los rasgos de carácter de un empleado, como la honestidad, la integridad, la fiabilidad, la responsabilidad y la conformidad con las normas y los valores de la organización. Evalúa la probabilidad de que los empleados incurran en determinados comportamientos en el lugar de trabajo y, por tanto, ayuda a prevenirlos. En otras palabras, es un "filtro" por el que todos los empleados deben pasar antes de que se les permita trabajar con datos sensibles o en puestos de confianza.
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Ayuda a las empresas a evaluar el riesgo de contratar a un candidato y también les permite saber si el candidato es capaz de adaptarse a la cultura corporativa. Los respectivos cuestionarios se suelen entregar durante el proceso de contratación o durante la incorporación.
La prueba se compone de 90 ítems, divididos en 13 dimensiones: